Intercambios: Crecer lejos del hogar

Intercambios: Crecer lejos del hogar

Dicen, y quizá haya mucho de cierto en esa afirmación, que cuando una persona viaja lo único que vuelve igual es la valija.

Y si se trata de un joven, sin lugar a dudas, las vivencias, aprendizajes, y sus experiencias se multiplican de forma exponencial.

El regreso del programa de intercambios del Rotary Club Calafate Austral les abre las puertas del mundo a los adolescentes locales luego de una interrupción de cinco años, y a su vez, permite que familias de la ciudad alberguen a estudiantes y se enriquezcan del trasvasamiento cultural que ello significa.

En el mes de mayo en Bariloche recién se conocerán las ciudades y países de destino que albergarán a los calafateños pero lo que sí se sabe es quienes lo harán: Dan Molfino e Iván Behrens que se postularon durante 2022 y cumplieron con los requisitos y procesos de selección establecidos por la organización.

Dan eligió como primera opción Francia e Iván Estados Unidos, pero sus destinos podrían ser otros ya que están armados grupos de cuatro países y podría ser cualquiera de ellos, incluso, otros. En el primer caso las opciones serían Austria, Finlandia o Hungría y en el segundo Brasil, Suecia o Alemania.

“Siempre, desde chico quise hacer un viaje, y cuando se me dio la oportunidad de irme a otro lugar fuera de mi entorno por tanto tiempo para sumergirme en una cultura diferente, la tomé”, resume Dan.

Aunque todavía no ha vivido la experiencia de estar mucho tiempo fuera del hogar y en sitios desconocidos cree que es una gran ocasión de crecimiento personal.

“Dicen que se abre la mente de una manera inimaginable algo de lo que se toma conciencia recién  cuando sucede. En el futuro me gustaría irme a vivir a otro lugar y esto servirá para saber si estoy preparado para hacerlo”, acota.

Si bien El Calafate le gusta mucho no se imagina toda su vida aquí, entre sus aspiraciones están el profesorado de Ingles, el Traductorado y por qué no, también la política.

“Me encanta la interacción, practico la enseñanza de inglés con mis amigos, también quiero relacionarme con la política, ya sea partidaria o relaciones internacionales. Estoy estudiado francés desde hace unos años y este viaje servirá para poder ver mi país desde otra perspectiva, menos apasionada, a la distancia y conociendo otras realidades”, concluye.

Iván recibió la información acerca del Programa de Intercambio de parte de su padre, se interesó y postuló a la iniciativa.

“Al principio cumplimos con las formas y mientras pasaba el tiempo no había mucha ansiedad, pero cuando supe que la posibilidad estaba muy muy próxima a concretarse todo cambió”, recuerda.

Desde hace más de cuatro años aprende inglés y considera que al viajar el aprendizaje es mucho más efectivo por la práctica cotidiana.

“Con la llegada de Etienne desde Francia y en la convivencia en casa también se despertó el interés por conocer su país”, comenta.

Etienne Dangien es un joven que desde el mes de setiembre del año pasado está en la localidad, aunque había elegido ir a Islandia llegó a la Argentina; va por su segunda familia anfitriona, primero lo alojaron los Vidallé-Matera y ahora está con los Behrens-Rocca.

“Antes de salir no me imaginaba que iba a vivir un año en otro país, en mi cabeza no ocupaba lugar, pero poco antes de viajar tomé conciencia. Mi objetivo es madurar, valerme por mi mismo, si bien hay gente que me cuida, tomar decisiones y que sean acertadas, de manera responsable. Pienso que lo estoy logrando pero aun no tomo conciencia, quizá cuando regrese a Francia…”, cuenta.

En este tiempo alcanzó una gran fluidez del lenguaje, entiende y habla, estudia en el secundario Upsala, aprendió a jugar al truco, comparte partidos de futbol y presenció los festejos por el campeonato mundial, perdió una apuesta y tuvo que cumplir una promesa con su cabello.

“Es un país hermoso por sus lugares, me sentí muy cómodo con las familias, tuve mucha suerte otros no tanto, pero es muy difícil vivir aquí”, concluye.