Un problema de educación…vial (y falta de controles)

Esta imagen es un claro ejemplo de como la impotencia de lograr que se cumplan las normas, obliga a tomar decisiones ilógicas y a la vez peligrosas para los transeúntes, como bloquear los cordones para que no se estacionen allí los automóviles con esos mamotretos naranjas unidos por cintas plásticas.

Ya contábamos con un antecedente más ordenado en las esquinas que se fijaron los soportes verticales para no entorpecer la visión de los conductores en los cruces, cuando tampoco se respetaba la Ordenanza que establecía la prohibición de hacerlo.

Toda persona que haya obtenido de manera legal su carnet de conducir debe saber que no se puede estacionar en los lugares que tiene cordones pintados de amarillo y mucho menos aún en donde funciona una parada de colectivos.

Para garantizarse que los automovilistas no lo hagan bloquearon con esos elementos fosforescentes la calzada, algo que se repite en varios lugares como ser la Escuela Secundaria N° 9, imagen que trae recuerdos de los bloques de cemento que se disponen frente a colegios israelitas por temor a atentados.

En el caso de la plazoleta Perito Moreno, su emplazamiento obliga al colectivo a alejarse del cordón (genera desorden en el tránsito al reducir la superficie transitable) y a los pasajeros a subir desde la calzada esquivando los accesorios al igual que a las cintas, y podemos añadir que bloquean la rampa para personas con discapacidad, movilidad reducida o madres y padres con carritos con la que se accede a ese espacio.

Quizá sea más civilizado y acorde que se cumplan las normas y no intentar resolver los problemas con soluciones fuera de lo común y carentes de toda lógica.